ARTROSIS EN PERSONAS MAYORES

10/11/20253 min read

La artrosis es una de las patologías musculoesqueléticas más comunes en personas mayores. No solo causa dolor articular y rigidez, sino que también limita la movilidad y la autonomía en actividades tan simples como caminar, vestirse o subir escaleras.
Aunque no tiene cura definitiva, hoy sabemos que la fisioterapia y el ejercicio terapéutico son las herramientas más efectivas para reducir el dolor, mejorar la función articular y mantener la calidad de vida.

Lejos de la idea de “descansar para no empeorar”, la ciencia confirma que el movimiento es medicina. Vamos a ver por qué.

¿Qué es la artrosis y por qué aparece?

La artrosis, también conocida como osteoartritis, es una enfermedad degenerativa que afecta el cartílago articular, el tejido que recubre los extremos de los huesos y permite que las articulaciones se muevan sin fricción.
Con el paso del tiempo (y otros factores como el sobrepeso, lesiones o genética), el cartílago se desgasta, provocando:

  • Dolor articular, sobre todo al movimiento.

  • Rigidez matutina o tras periodos de reposo.

  • Inflamación leve y crujidos.

  • Disminución del rango de movimiento.

Las articulaciones más afectadas suelen ser rodillas, caderas, manos y columna lumbar.

🔍 Dato relevante: según la Sociedad Española de Reumatología, más del 70 % de las personas mayores de 65 años presentan signos radiológicos de artrosis, aunque no todas desarrollan síntomas severos.

Cómo la fisioterapia puede ayudar.

La fisioterapia es una de las intervenciones más eficaces para el manejo integral de la artrosis.
Su objetivo no es solo aliviar el dolor, sino mantener o recuperar la movilidad y funcionalidad, para que la persona siga siendo lo más independiente posible.

Principales beneficios de la fisioterapia.

  1. Reducción del dolor y la rigidez

    • Mediante terapia manual, movilizaciones articulares y técnicas miofasciales, se mejora la lubricación y se disminuye la tensión muscular.

    • La electroterapia analgésica (TENS) o el calor terapéutico ayudan a modular el dolor.

  2. Mejora de la movilidad y el rango articular

    • Los ejercicios pasivos y activos ayudan a mantener la amplitud del movimiento.

    • Se evita la pérdida de función y la rigidez progresiva.

  3. Fortalecimiento muscular

    • Los músculos fuertes protegen la articulación y disminuyen la carga sobre ella.

    • Se trabajan especialmente los músculos estabilizadores (por ejemplo, cuádriceps en artrosis de rodilla o glúteos en artrosis de cadera).

  4. Reeducación postural y de la marcha

    • Se corrigen patrones de movimiento compensatorios que aumentan el dolor.

    • Se enseñan estrategias seguras para caminar y realizar actividades diarias.

  5. Educación y autogestión del dolor

    • Entender la enfermedad empodera al paciente: saber qué movimientos son seguros, cuándo descansar y cómo adaptar las actividades del día a día.

El ejercicio: el mejor tratamiento para la artrosis.

El ejercicio terapéutico es una de las intervenciones más respaldadas por la evidencia científica para la artrosis.
Lejos de “desgastar más” las articulaciones, el movimiento adecuado estimula la producción de líquido sinovial, mejora la nutrición del cartílago y aumenta la fuerza muscular que lo protege.

Tipos de ejercicios recomendados.

  1. Ejercicios de movilidad articular

    • Movimientos suaves y controlados para mantener el rango funcional.

    • Ejemplo: flexión y extensión de rodillas sentado, rotaciones suaves de cadera o tobillo.

  2. Fortalecimiento muscular progresivo

    • Entrenamiento con bandas elásticas o peso corporal.

    • Cuádriceps, glúteos, core y hombros son grupos prioritarios.

  3. Ejercicios aeróbicos de bajo impacto

    • Caminar, nadar o bicicleta estática ayudan a mantener la capacidad cardiovascular sin dañar las articulaciones.

  4. Ejercicios de equilibrio y propiocepción

    • Mejoran la estabilidad y reducen el riesgo de caídas.

    • Muy útiles en personas mayores que pierden confianza al moverse.

💡 Consejo: lo ideal es combinar varias modalidades en sesiones cortas, regulares y adaptadas a cada persona. La constancia es más importante que la intensidad.

Fisioterapia a domicilio: una opción cómoda y eficaz.

Para muchas personas mayores, desplazarse a una clínica puede ser un reto.
La fisioterapia a domicilio ofrece la ventaja de trabajar en su propio entorno, adaptando los ejercicios al espacio y las rutinas reales del paciente.

Beneficios adicionales:

  • Mayor adherencia al tratamiento.

  • Posibilidad de educar también a los familiares o cuidadores.

  • Evaluación funcional en el contexto real de la persona (silla, cama, baño, escaleras).

Consejos para convivir mejor con la artrosis.

✅ Mantén un peso saludable para reducir la carga sobre las articulaciones.
✅ Evita el reposo prolongado: moverte con frecuencia previene la rigidez.
✅ Usa calor local en fases de rigidez (y frío si hay inflamación).
✅ Adapta tus actividades, pero no las abandones.
✅ Acude a fisioterapia regularmente para mantener tus articulaciones activas y seguras.

Conclusión y llamada a la acción.

La artrosis no tiene por qué limitar tu vida. Con un plan de fisioterapia adaptado, ejercicios personalizados y pequeñas rutinas diarias, puedes mejorar notablemente tu dolor, movilidad y calidad de vida.
El movimiento, guiado y seguro, es la mejor medicina para tus articulaciones.

👉 Si tú o un familiar tenéis artrosis y queréis mejorar desde casa con un programa adaptado, contacta conmigo y diseñaremos juntos un plan de ejercicios y fisioterapia para recuperar tu bienestar y autonomía.